Todos los años la Iglesia celebra a comienzo del mes de noviembre los días de Todos los Santos y fieles difuntos. Muchas personas acuden previamente a los cementerios para poner flores sobre las tumbas y nichos de los seres queridos. Al estar relacionado ambos días con la muerte, muchas veces no se es consciente de lo que realmente se celebra, al confundir a menudo las fechas y el motivo de las celebraciones
Día 1: Todos los Santos
La Iglesia celebra el 1 de noviembre la festividad de Todos los Santos, es decir, todas aquellas personas anónimas que ya son santos. Esta fiesta nos recuerda que todos somos llamados a la santidad en esta vida. Una fecha en la que honra no sólo a los santos cuya santidad heroica ha sido reconocida oficialmente por la Iglesia, sino también a la multitud de «santos desconocidos» , que arriesgaron su vida por los hermanos, los mártires de la justicia y la libertad, los santos de lo sencillo y lo cotidiano, que de forma anónima, desde la sencillez de una vida poco significativa a los ojos del mundo, en el servicio a su familia, en el trabajo, en la vida sacerdotal o religiosa han hecho de su vida una hermosa sinfonía de fidelidad al Señor y entrega a los hermanos, viviendo el ideal de las Bienaventuranzas.
El horario de misas será como todos los festivos:
Jueves 31:
19:00 hh. Santa Leocadia de Perillo
20:00 hh. Iglesia nueva de Santa Cruz
20:30 hh. San Pelayo de Montrove
Viernes 1:
09:00 hh. Hijas de Cristo Rey
10:00 hh. San Martin de Dorneda
10:30 hh. Santa Leocadia de Perillo
11:30 hh, Iglesia nueva de Santa Cruz
12:30 hh. San Pedro de Nos
12:30 hh. Santa Leocadia de Perillo
Día 2: Fieles difuntos
La Iglesia ha querido instituir un día, el 2 de noviembre , que se dedica especialmente a la oración por aquellas almas que han dejado la tierra.
Es un día para conmemorar a todos los fieles difuntos, aquellos cristianos bautizados que se cree que están en el purgatorio porque murieron con la culpa de pecados menores en sus almas, y se celebra el 2 de noviembre. La doctrina católica sostiene que las oraciones de los fieles en la tierra ayudarán a limpiar estas almas a fin de adaptarlas a la visión de Dios en el cielo, y el día está dedicado a la oración y al recuerdo.
El recuerdo de los difuntos, el cuidado de los sepulcros y los sufragios son testimonios de confiada esperanza, arraigada en la certeza de que la muerte no es la última palabra sobre la suerte humana, puesto que el hombre está destinado a una vida sin límites, cuya raíz y realización están en Dios. La tradición de la Iglesia siempre ha exhortado a rezar por los difuntos, en particular ofreciendo por ellos la celebración eucarística: es la mejor ayuda espiritual que podemos dar a sus almas, especialmente a las más abandonadas.
El Papa Francisco, en referencia a estas fechas, afirmaba: “Estas dos celebraciones están íntimamente unidas entre sí, como la alegría y las lágrimas encuentran en Jesucristo una síntesis que es fundamento de nuestra fe y de nuestra esperanza. En efecto, por una parte la Iglesia, peregrina en la historia, se alegra por la intercesión de los santos y los beatos que la sostienen en la misión de anunciar el Evangelio; por otra, ella, como Jesús, comparte el llanto de quien sufre la separación de sus seres queridos, y como Él y gracias a Él, hace resonar su acción de gracias al Padre que nos ha liberado del dominio del pecado y de la muerte”
El horario de Misas del Acto General de Animas en cada parroquia es:
Sábado 2:
09:00 hh. Hijas de Cristo Rey
10:00 hh. San Martin de Dorneda
12:00hh. San Pedro de Nós
19:00 hh. Santa Leocadia de Perillo
20:00 hh, Iglesia nueva de Santa Cruz
20:30 hh. San Pelayo de Montrove (misa Vespertina de domingo)