Home Actualidad Fátima Uceda: «Algún papá Noel es tan grande que hasta me hace compañía»

Fátima Uceda: «Algún papá Noel es tan grande que hasta me hace compañía»

by santaeulalia

Son más de 400 papás Noel que han colonizado la casa de Fátima Ucieda, en el centro de Oleiros. Por tercer año consecutivo, esta mujer abre sus puertas en horario vespertino (de 17.00 a 20.00 todos los días hasta el 5 de enero, incluidos todos los festivos) para mostrar su exposición alrededor de esta entrañable figura que se multiplica aquí en todas las formas y tamaños. Los hay hinchables, con barba de lana, peluches, sentados en sillas, elaborados con cristal de Murano, también hay cajas o cojines con Santa Claus como protagonista. Hasta una lámpara del salón lleva su huella o ratas vestidas con el tradicional gorro rojo.

Fátima muestra un ejemplar voluminoso recién traído de Portugal. Es de los últimos en sumarse a esta gran familia que durante estas fechas tiene una misión benéfica: recaudar fondos para Cáritas de Santa Cruz (Oleiros), bien a través de una hucha para una colecta o con alimentos no perecederos. «El año pasado conseguí 4.000 euros y mucha comida», indica Fátima, que este año va a muy buen ritmo de recaudación. Ella es voluntaria de Cáritas, y se pasa una mañana a la semana preparando cajas de comida para 96 familias.

Esta exposición de Oleiros se va convirtiendo en un clásico navideño, con personas llegadas de A Coruña e incluso Ferrol. «A veces voy a una tienda a la ciudad y ya me reconocen, «tú eres la de los papás Noel»», me dicen. Tuvo una experiencia similar reciente en un viaje a Bélgica, donde otra viajera la identificó.

Esta semana, Fátima ha tenido una experiencia muy intensa y emotiva. Más de 30 niñas del colegio de Cottolengo disfrutaron toda una mañana con los cientos de muñecos. Fue la Fundación Amador de Castro la que corrió con los gastos del autobús desde Santiago y la comida posterior en A Coruña. «Lo pasaron como enanas, da mucha felicidad verlas así», señala esta vecina del número 31 de la avenida Ramón Núñez Montero, en pleno centro de Oleiros.

¿Cómo empezó esta locura navideña que va ya por su tercer año? «Cuando me quedé viuda hace 23 años creo que se me crucé un cable y empecé a comprar estas figuras de forma compulsiva. Es un personaje que encanta y que no tuve en mi infancia, en mi casa solo había el belén pero no papá Noel», recuerda Ucieda, quien relata la reacción de sus visitantes cuando traspasan la puerta de su acogedora casa: «A los niños les divierte mucho, pero son los adultos los que se quedan más impresionados». Fue a mediados de noviembre cuando comenzó a repartir los muñecos por las tres estancias de la parte inferior de la casa y el patio. «Disfruto mucho colocándolos, y también cuando me toca recoger, algunos son tan grandes que es como tener a alguien, me hacen compañía».

Este hogar de Oleiros es también la resistencia numantina de la figura de Papá Noel. Fátima considera que está en decadencia según observa en los grandes almacenes. «Cada vez hay más gnomos y duendecillos, Papá Noel tiene que resistir», dice.

Fuente: La Voz de Galicia

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