El papa Francisco, en su mensaje para la pasada Jornada Mundial de las Misiones nos invitaba a todos a “contribuir a este movimiento misionero con la oración y la acción, con la ofrenda de dinero y de sacrificios, y con el propio testimonio” pues “las Obras Misionales Pontificias son el instrumento privilegiado para favorecer esta cooperación misionera en el ámbito espiritual y material”.
El próximo domingo, día 19, celebramos la Jornada de la Infancia Misionera. La Pontificia Obra de la Santa Infancia es una red internacional de niños que se forman en la misión y comparten sus aportaciones para ayudar a los misioneros en su trabajo con la infancia. Gracias a su generosidad, los misioneros cuentan con una ayuda para que más de cuatro millones de niños en las misiones puedan acceder a la educación, la salud, la protección de la vida, y la fe.
Aunque los niños son protagonistas indiscutibles de esta jornada, está dirigida también a los agentes y destinatarios de la misión de la Iglesia, haciendo un llamamiento a los adultos que, con su oración y donativos, pueden unirse al trabajo que los misioneros realizan con los niños del mundo.